Por
Samuel Alejandro.
Nuevamente las intrigas de Guillermo Fariñas Hernández dan al traste
con la integración de la oposición cubana. En esta oportunidad, su paranoia
hace blanco en la figura de Damaris Moya Protieles, antigua asociada suya que como
muchos, ha dejado de verlo como la figura que pretenden difundir al mundo los
tradicionales medios informativos enemigos de Cuba, para descubrir un Coco Fariñas estafador,
oportunista y chantajista que por más de una década ha vivido arrastrando a los
antisociales que lo rodean a causas en las cuales, él y solamente él, se ha beneficiado
económicamente. Porque para Fariñas el
juego de la Oposición Cubana no es ideología, ni patriotismo, es solo negocio fácil
que para que le dure, también tiene que durarle esta revolución.
La cosa explota luego de que se publicara en la red social Twitter
elementos difundidos a través de “Cubanet” y “Martí Noticias” sobre la presunta
vinculación de Damaris Moya con la Seguridad del Estado Cubana, conociéndose además
que estas incriminaciones surgen a partir de declaraciones vía telefónica de
Guillermo Fariñas Hernández en las que deja espacio a la duda sobre el
activismo actual de Damaris Moya, justo antes de que esta viajara a los Estados
Unidos el próximo mes de Septiembre.
Sin dudas, romper con Fariñas le ha costado a muchos opositores no pocos
inconvenientes. Ya en etapas anteriores ha puesto en duda el protagonismo de
Jorge Luís García Pérez (Antúnez), actual presidente del casi extinto Frente de
Resistencia Cívica Orlando Zapata
Tamayo. Lo ha hecho también con su actual jefe, José Daniel Ferrer quien
encabeza una alianza delincuentil con fachada opositora denominada FANTU, y lo
hará sin dudas contra cualquier elemento que trate de opacar su ilusión de grandeza
frustrada por el día a día.
Guillermo Fariñas Hernández, por su enajenación mental, que le permite
un histrionismo camaleónico, fue por algún tiempo el comodín de varios medios
de prensa de derecha los que han ido descubriendo la realidad que rodea a este
impopular personaje, convirtiéndose en ficha no viable para sus montajes a la
hora de manipular la realidad cubana. No obstante, siempre quedan irracionales persiguiendo el
palo noticioso, solo que en este caso, como siempre ha sucedido, el Coco vuelve
a dejar con el trasero al aire a los medios que se hacen eco de sus paranoias.
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