PROMETO QUE LA VERDAD NO ME LA CALLO

miércoles, 6 de julio de 2016

A propósito de una “carta protesta” #Cuba #OnCuba #CubaImposible #PeriodismoRevolucionario

Por: Marcos Torres
 
periodistas granmaSe ha levantado el polvo nuevamente  y es que un revuelo se provoca, a veces, con un solo suspiro.
“Diario de Cuba”, un tendencioso y conocido medio alternativo de prensa anticubano, a filtrado un carta elaborada por jóvenes periodistas cubanos del periódico “Vanguardia” de Santa Clara, leída y discutida el pasado 8 de junio de 2016 en el pleno de la UPEC en la propia ciudad.

Cuando leemos la misiva, publicada a su vez en el propio sitio, se aprecian (en mi modesto criterio) ciertos justos reclamos por parte de estos jóvenes, los que desde la defensa de sus criterios, alertan sobre la necesidad de un cambio en la prensa cubana, y no en la “prensa” en sí misma, sino en la política informativa del país y de los órganos oficiales de prensa, aunque, confieso, no comparto la totalidad de los argumentos que aducen estos jóvenes, como por ejemplo, olvidan mencionar siquiera el componente ético en sus acciones y en sus publicaciones en otros medios de prensa oficiales, cuestiones a las que me he referido en innumerables ocasiones en este espacio. En todo caso, si la ética no existiera entonces Martí jamás hubiera sentenciado aquello de que: “(…) si está la bandera, no sé, yo no puedo entrar”, en su célebre poema “La bailarina española”, pero como ese no es el objeto de este artículo, lo dejamos para otro día, o los remito a otros artículos de este blog, que sí hablan de eso.

En fin, que si yo fuera periodista, ni aunque me estuviera muriendo de hambre, publicaría ni tan siquiera una foto en OnCuba, ni en Progreso Semanal, ni en IPS, ni en Havana Times, ni en Periodismo de Barrio, ni en El Estornudo, ni en El Toque, así me pagaran 1 millón de dólares.

Otra de las visiones que no comparto, por ejemplo, es la visión demoníaca con la que se quiere hacer ver a la “censura”, la que considero, a título personal, es necesaria, y más aún en las condiciones que precisamente vivimos desde hace años en esta isla, que es la de ser una de las naciones más asediadas, mediáticamente hablando, de todo el orbe

Ahora el problema de “colaborar” con OnCuba (o con cualquier otro medio alternativo) no radica en esa simple acción, sino de, precisamente, lo que algunos escriben para “cola…cobrar”, como por ejemplo el propio jovencito Yuris Nórido, periodista del noticiero cultural quién dijo algo así como que iba a esperar que rumbo tomaba el país para afiliarse a un bando, en una clara muestra de insensatez, no ya como revolucionario (lo cual no creo que sea), sino más bien como cubano o como patriota. Ese sería un claro ejemplo de alguien que NO QUISIERA TENER EN MI TRINCHERA.

Con relación al aumento salarial sólo me hago una pregunta: el resto de los sectores del país que no se han visto beneficiados AÚN por los crecientes y necesarios cambios de la política económica y social de la Revolución y que no son precisamente “la prensa” ¿no son cubanos ya? Con esto que he mencionado no se confundan mis criterios con un ataque a estos jóvenes, sino sirva como recordatorio de que los aumentos salariales deben ser ordenados, escalonados y con calma, ya que “de golpe y porrazo” sería contraproducente no sólo para sectores específicos, sino para la sociedad toda.

Con relación a lo de que nadie los “usa”, ni se vale de su “supuesta ingenuidad”, es discutible en ciertos casos. Lo que pasa es que algunos quieren “tomar chocolate” sin “pagar lo que deben” y en cuanto sueltan uno de esos llamados “artículos polémicos” y son criticados por cualquiera, enseguida enarbolan la bandera de la “censura” y de la “cacería de brujas” y, en cuanto esto sucede, arrecian la crítica.

Un poco haciendo alusión a mi artículo anterior, donde me refería a la falta de contexto, un tal Javier Simoni Delgado, que suscribe el artículo, ha puesto en evidencia sus dotes de buen manipulador y oportunista, tergiversando la esencia de lo que realmente quisieron decir estos jóvenes para convertirlo en una “elegía contra persecución política”, pero está claro que esa tarea es la de “Diario de Cuba” y la de sus amos.

A estos jóvenes les digo que a pesar de que repito, existen reclamos justos entre sus criterios, la energía de su juventud no los debería llevar a la inconsecuencia. A ellos sería pertinente recetarles altas dosis de José Julián Martí y Pérez en vena y sin miseria.

A Diario de Cuba y a Javier Simoni, mucho, pero mucho, pero mucho… laxante.

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