Lamentables “noticias” recorren hoy los medios
digitales fabricados por el enemigo para desacreditar a la revolución cubana.
Inconformes con continuar difundiendo el presunto terror, la violencia y el
fracaso del sistema cubano, han arremetido en contra de personalidades (sin
importar santo o seña) que se atrevan a manifestar una sola palabra fuera del discurso
montado a fin de enrarecer el ambiente previo a la tercera, pero no menos histórica,
visita papal a Cuba.
El Arzobispado
de La Habana ha negado este lunes que el Cardenal Jaime Ortega Alamino utilizara
frases despectivas “… en contra del
exilio cubano de Miami” durante una recepción en la residencia del jefe de
la oficina de intereses de Estados Unidos en La Habana, Jeffrey DeLaurentis, ocurrida
en pasado 4 de julio.
Según
declaraciones de varios opositores, incluso de algunos que no se encontraban presentes durante el
incidente, el prelado empleó los términos de “prensa de la gusanera” y “prensa
de la contrarrevolución de Miami” durante una discusión que entablara, con
los ex presos liberados por decisión del gobierno de Cuba en el año 2010 Egberto
Escobedo y José Díaz Silva, los que se presentaron ante el cardenal con la
intención de provocar un intercambio que llamará la atención sobre sus
declaraciones ofrecidas en el mes de junio, a la radio española “Cadena
Ser” en las que negó la existencia de presos políticos en Cuba al
preguntársele sobre los posibles indultos que podrían ocurrir con la visita del
Papa Francisco.
Interesante
resulta, que aunque en el evento se encontraban alrededor de 300 personas de
diferentes sectores de la sociedad cubana, solo han aparecido y declarado en
contra del Cardenal unos cuantos mercenarios internos que sin ponerse de
acuerdo aún en lo que narran, han querido adjudicarse el hecho de ser testigos
presenciales de lo ocurrido, con el único fin de obtener para si el protagonismo
infame de cuanto circo inmundo intentan montar.
Sin embargo, el
comunicado del Arzobispado niega que el prelado utilizara esos términos “… que no se corresponden con su vocabulario”
y que había sugerido a Escobedo entregara directamente en el Arzobispado, una
nueva lista de presos comunes devenidos presos políticos, a fin de lograr el
indulto de estos durante la visita papal a Cuba.
Molesto con la
sugerencia del cardenal Ortega de entregar el documento en el lugar indicado, Egberto
Escobedo comenzó a criticar en alta voz al cardenal por declaraciones dichas
semanas atrás, así como su intervención durante el proceso de excarcelación de
presos políticos en los años 2010-2011. “El
cardenal en efecto, le respondió que no debía guiarse por lo que dijeran
ciertos medios de comunicación, pues era mucha la acción de la Iglesia a favor
de los presos que no se conoce y se hace en silencio”, continúa el
comunicado, firmado por Orlando Márquez, vocero de la Archidiócesis de La Habana
y director de la revista Palabra Nueva.
Según la
respuesta del Arzobispado, fue ante las “fuertes críticas” de Escobedo que otro
sacerdote presente le conminó “a mostrar
respeto y comportarse como es debido” o “de lo contrario habría que llamar a un agente de seguridad de la
Sección de Intereses de los Estados Unidos presentes en el lugar para que
pusiera fin al desagradable encuentro”.
En
declaraciones a corresponsales extranjeros en La Habana, el cardenal desestimó
las críticas, las que atribuyó al “ambiente
un poco pesado que algunas personas intentan crear alrededor de la visita del
Papa”.
“Yo creo que esto se mueve siempre alrededor
de cuando va a haber una visita del Papa. Hay muchos que la desean, que la
promueven (...) y hay otros que se sienten mal ante la visita del papa a Cuba y
les parece que tiene connotaciones políticas", declaró a EFE.
En efecto, desde el
mismo momento que se hiciera firme la intención del Papa Francisco de visitar
Cuba, elementos vinculados a la extrema derecha cubana han hecho suyas las
consignas y criterios referidos a “la no
conveniencia de que el Papa legitime a un régimen dictatorial con su presencia”.
Coincidentemente
son los mismos que siguen aferrados a la idea de mantener el Criminal Bloqueo que
tanto nos agobia y que consideran las intenciones de normalización de las
relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos como una traición del
gobierno de Barack Obama a “su lucha”,
que no es otra que mantener los andamiajes financiero montados durante más de
50 años por parte de los delincuentes que intentan seguir lucrando al costo del
sufrimiento del pueblo, con el que desgraciadamente, comparten ciudadanía.
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