Reuters Group Limited, más conocido como agencia de noticias Reuters,
con sede en el Reino Unido, deja de considerar al trastornado mental Guillermo
Fariñas Hernández, alias El Coco, como
atractivo periodístico. Al menos eso demostraron, el corresponsal de esta
agencia en Cuba, Daniel Trotta y su fotógrafo,
durante una “casual” incidencia, el día 2 de junio, en el barrio La Chirusa , Reparto Condado,
Santa Clara.
¿Cómo imaginar estos profesionales de la prensa
extranjera, acreditados en Cuba para llevar al mundo la realidad que vive
nuestro país, que durante su tránsito por el territorio se verían envueltos en
la ola de pueblo que protagonizaría una sonada manifestación popular en contra
de la alteración del orden de 4 delincuentes liderados por la ridícula
actuación del Coco, que en su afán de complacer a sus amos foráneos y engordar
sus bolsillos con dinero del contribuyente norteamericano, revelarían la
realidad que envuelve a estos presuntos paladines de la Defensa de los Derechos
Humano?
¿Qué pasaría si estos periodistas
acreditados por tan prestigiosa Agencia dejaran de reportar la realidad de lo
que son las famosas actividades provocativas encabezadas por el flamante premio
Sakharov, o las tan recurrentes golpizas protagonizadas por miembros del
Ministerio del Interior durante sus detenciones por alterar el orden, o aún
más, las tan difundidas muchedumbres seguidoras de este farsante? Quedarán sin
empleo tal vez, o tal vez, garantizarán el empleo. Vivir para ver.
¿Será que estos periodistas tan ocupados y limitados de tiempo viajaron 300 y tantos kilómetros para dar la espalda a lo que pudiera ser noticia (una presunta gran manifestación contrarrevolucionaria), o es que no les interesa realmente difundir la imagen de un Coco Fariñas rodeado por 4 imbéciles?
Al final, trabajo es
trabajo, orientaciones son orientaciones y sumisión desvergonzada no pasa de
ser eso, aunque no concibo manipulación posible que pueda transformar la
realidad de hechos como estos. Prefiero pensar que para estos corresponsales, la
insignificancia de estos cuatreros subordinados a Guillermo Fariñas se les
antojara ínfima ante la contundente y efusiva respuesta de nuestro pueblo a
estas provocaciones, en la cual, sin pretenderlo, se vieron envuelto.
¿Será que estos periodistas tan ocupados y limitados de tiempo viajaron 300 y tantos kilómetros para dar la espalda a lo que pudiera ser noticia (una presunta gran manifestación contrarrevolucionaria), o es que no les interesa realmente difundir la imagen de un Coco Fariñas rodeado por 4 imbéciles?
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