Por: Percy
Francisco Alvarado Godoy
El partido derechista PAN de México, en franca alianza
con el representante de la Fundación Konrad-Adenauer en México, Stefan Jost, se
prestó a montar un circo mediático anticubano ante el senado mexicano, al
invitar a ese foro al contrarrevolucionario cubano Guillermo Fariñas, con la
dudosa misión de que ese órgano presione a Cuba para permitir la participación
de miembros de la contrarrevolución interna en sus actuales diálogos con EEUU.
El mentiroso y provocador Coco Fariñas fue invitado
por la duiputada del PAN Mariana Gómez del Campo, presidenta de la
Comisión de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, en unión de
otros contrarrevolucionarios miembros de UNPACU como Juan Antonio Madrazo, Elena
Larriñaga de Luis y Andrés Hernández. Los panistas involucrados en esta
maniobra eran 4 senadores y Jorge Ocejo, integrante del Comité Ejecutivo
Nacional del PAN.
En un abierto llamado para que México viole su
tradicional postura de respetar la no injerencia en los asuntos internos de
otros estados, Fariñas pidió al Senado mexicano para que invite al gobierno
cubano a sentarse con una oposición dividida, insignificante, mercenarizada y
que carece de representatividad dentro de los cubanos. En este sentido,
siguiendo la petición irracional del Coco, la senadora Gómez del Campo formuló
un llamado al presidente Enrique Pela, con vistas a que México funja como
mediador en las negociaciones que llevan a cabo los gobierno de Raúl Castro y
Barack Obama.
¿Quién le dijo a estos señores que dos estados
soberanos como EEUU y Cuba necesiten de mediadores para resolver sus
diferencias y propiciar el acercamiento entre ellos?
¿Por qué, en lugar de dar espacio a estos payasos
dentro del Senado mexicano, no dedican su tiempo a buscar fórmulas para detener
la podredumbre política, los crímenes del narcotráfico, la corrupción
generalizada y la violación de los derechos humanos en su sufrido y desangrado
país?
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