Tomado del blog "Descubriendo Verdades".
Percy Francisco Alvarado Godoy
Rosa María Payá está en Cuba. No quiero hablar sobre los motivos
manipulados sobre su presencia en el país. Me limitaré a reflexionar sobre sus
nuevas andanzas que la han alejado del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL)
y le han orientado a mezclarse con personajes de extrema derecha, vinculados
inobjetablemente a eventos terroristas, lo cual desdice su supuesta
cristiandad.
Sucedió en República Dominicana durante su visita realizada a la misma
entre los días 10 y 11 de enero. Llevaba dentro de sus planes la intención de
impulsar su nuevo proyecto contrarrevolucionario basado en un “plebiscito
vinculante”, derivado de sus irreconciliables contradicciones con la actual
dirigencia del MCL –en particular con los representantes del mismo en Europa– y
que, incluso, le han llevado a apartarse de los vínculos familiares con su tío:
Carlos Alberto Payá Sardiñas. ¿Qué hay realmente detrás de esta postura? Sin
lugar a dudas una búsqueda de visibilidad mediática internacional, desenfrenado
oportunismo y la dudosa intencionalidad de apalancarse como “líder de la oposición
dentro de Cuba”.
Con abierto apoyo de las agencias gubernamentales norteamericanas que
promueven la subversión anticubana y sus grupúsculos contrarrevolucionarios
radicados en EEUU –particularmente en Miami–, la Payá ha sido bendecida con el
apoyo financiero USA y nada menos que por parte del veterano agente de la CIA
Frank Calzón.
En esencia, no hay nada novedoso en su nuevo proyecto desestabilizador,
condenado al fracaso como otros impulsados por su fallecido padre, Oswaldo Payá
–quien falleciera en julio de 2012, junto a Harold Cepero, en un accidente
automovilístico provocado por la conducción temeraria de un auto por parte del
dirigente de Nuevas generaciones del Partido Popular español, Ángel Carromero–
y cuyo deceso ha sido utilizado para estructurar una absurda campaña
internacional anticubana destinada a presentar al gobierno de la Isla como
responsable de estos tristes eventos.
Luego de victimizarse falsamente como foco de un inexistente acoso de las
autoridades cubanas, Rosa, dos hermanos y su madre –Ofelia Acevedo– salieron de
Cuba en junio de 2013, gracias al programa de refugiados políticos que les
otorgó la entonces representación diplomática norteamericana en La Habana
conocida como la SINA.
Hoy Rosa arma un nuevo show al regresar a La Habana, el cual pone en dudas
el supuesto acoso y persecución de que dijo ser víctima ella y su familia. Esta
extraña refugiada política ha venido a Cuba para participar en una misa en
memoria de su padre. Sin embargo, detrás de esta visita, como de la realizada
en mayo del 2014, a costa de argumentar infundados “riesgos y peligros” que las
mismas implican, está la intencionalidad de visitar in situ las propiedades
familiares en la Isla.
Falsaria y de dudosa cristiandad, Rosa María Payá ha vuelto a mentir,
dejando a un lado las enseñanzas de La Biblia sobre la mentira: “La lengua
mentirosa no es algo que solo Dios odia, es algo que también es una abominación
a Dios”.
Pero la Paya ha dado un cuestionado paso en pos de sus ambiciones al
convertirse de falsaria empedernida a cómplice de afamados terroristas y ex
agentes de la CIA, como es el caso de Félix Toledo Montero, durante la referida
visita a República Dominicana. Varias fotos muestran esta nueva amistad de la
Payá.
Félix Montero perteneció durante su vivencia en Cuba a una familia de clase
media hasta que se marchó a los EEUU en 1960. Luego de ingresar al Army fue
reclutado por la CIA, recibiendo entrenamientos conocidos en el manejo de armas
de fuego y explosivos, tácticas de contraespionaje, interrogación,
supervivencia básica y contrainsurgencia. Fue uno de los miembros de la
fracasada Brigada 2506, bochornosamente derrotada en Playa Girón en 1961. Luego
de esto, fue enviado por la CIA a Costa Rica con vistas a realizar otra fallida
invasión contra Cuba, la cual fue abortada como resultado de la Crisis de los
Misiles de 1962.
Montero fue miembro de las fuerzas de operaciones especiales de la CIA que
actuó en el entonces Congo belga, durante la presencia en África del
Guerrillero Heroico, Ernesto Guevara, con vistas a procurar la captura del
mismo. Su misión para cumplir dicho objetivo consistió en torturar salvajemente
a guerrilleros para lograr localizar al Che.
A su regreso a EEUU, la CIA le orientó vincularse a la organización
contrarrevolucionaria Cuba Independiente y Democrática (CID), convirtiéndose en
la mano derecha del cabecilla Huber Matos, quien lo designó su ayudante
personal con plenas funciones ejecutivas. Fue jefe militar del CID,
encargándose de los entrenamientos de terroristas en una base ubicada en el
condado de Hendry, en La Florida, al borde del lago Okeechobee. En estos
menesteres, participó en un plan de atentado contra Fidel Castro durante la
visita que el mismo realizó a Brasil, así como en las conocidas provocaciones
contra la delegación deportiva cubana participante en los Juegos Panamericanos
de Indianápolis.
Terrorista converso, se vinculó también a otras organizaciones violentas de
triste notoriedad como el PUND y Comandos L. Con las mismas participó en el
entrenamiento de terroristas que integraron teams de infiltración que
realizaron incursiones dentro de Cuba, realizando sabotajes e, incluso, algunos
de ellos asesinaron o hirieron a civiles inocentes.
Amigos como Félix Montero ponen en duda la integridad moral y cívica de
Rosa María Payá y hacen válida la cita que versa así: “Dime con quién andas
y te diré quién eres”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su mensaje aparecerá tras la aprobación del autor del blog