Constituye
un esfuerzo sobrehumano dirigir cualquier pueblo en tiempos de crisis. Sin
ellos, los cambios serían imposibles. En una reunión como esta, en la que se
congregan más de mil representantes escogidos por el propio pueblo
revolucionario, que en ellos delegó su autoridad, significa para todos el honor
más grande que han recibido en la vida, a este se suma el privilegio de ser
revolucionario que es fruto de nuestra propia conciencia.
¿Por qué me
hice socialista, más claramente, por qué me convertí en comunista? Esa palabra
que expresa el concepto más distorsionado y calumniado de la historia por parte
de aquellos que tuvieron el privilegio de explotar a los pobres, despojados
desde que fueron privados de todos los bienes materiales que proveen el trabajo,
el talento y la energía humana. Desde cuándo el hombre vive en ese dilema, a lo
largo del tiempo sin límite. Sé que ustedes no necesitan esta explicación pero
sí tal vez algunos oyentes.
Simplemente
hablo para que se comprenda mejor que no soy ignorante, extremista, ni ciego,
ni adquirí mi ideología por mi propia cuenta estudiando economía.
No tuve
preceptor cuando era un estudiante de leyes y ciencias políticas, en las que
aquella tiene un gran peso. Desde luego que entonces tenía alrededor de 20 años
y era aficionado al deporte y a escalar montañas. Sin preceptor que me ayudara
en el estudio del marxismo-leninismo; no era más que un teórico y, desde luego,
tenía una confianza total en la Unión Soviética. La obra de Lenin ultrajada
tras 70 años de Revolución. ¡Que lección histórica! Se puede afirmar que no
deberán transcurrir otros 70 años para que ocurra otro acontecimiento como la
Revolución Rusa, para que la humanidad tenga otro ejemplo de una grandiosa
Revolución Social que significó un enorme paso en la lucha contra el
colonialismo y su inseparable compañero, el imperialismo.
Quizás, sin
embargo, el peligro mayor que hoy se cierne sobre la tierra deriva del poder
destructivo del armamento moderno que podría socavar la paz del planeta y hacer
imposible la vidahumana sobre la superficie terrestre.
Desaparecería
la especie como desaparecieron los dinosaurios, tal vez habría tiempo para
nuevas formas de vida inteligente o tal vez el calor del sol crezca hasta
fundir todos los planetas del sistema solar y sus satélites, como gran número
de científicos reconocen. De ser ciertas las teorías de varios de ellos, las
cuales los legos no ignoramos, el hombre práctico debe conocer más y adaptarse
a la realidad. Si la especie sobrevive un espacio de tiempo mucho mayor las
futuras generaciones conocerán mucho más que nosotros, aunque primero tendrán
que resolver un gran problema. ¿Cómo alimentar los miles de millones de seres
humanos cuyas realidades chocarían irremisiblemente con los límites de agua
potable y recursos naturales que necesitan?
Algunos o
tal vez muchos de ustedes se pregunten dónde está la política en este discurso.
Créanme que me apena decirlo, pero la política está aquí en estas moderadas
palabras. Ojalá muchos seres humanos nos preocupemos por estas realidades y no
sigamos como en los tiempos de Adán y Eva comiendo manzanas prohibidas. ¿Quién
va a alimentar a los pueblos sedientos de África sin tecnologías a su alcance,
ni lluvias, ni embalses, ni más depósitos subterráneos que los cubiertos por
arenas? Veremos que dicen los gobiernos que casien su totalidad suscribieron los
compromisos climáticos.
Hay que
martillar constantemente sobre estos temas y no quiero extenderme más allá de
lo imprescindible.
Pronto
deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto
de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A
todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas
cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y
dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres
humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos. A nuestros
hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo
cubano vencerá.
Tal vez sea
de las últimas veces que hable en esta sala. He votado por todos los candidatos
sometidos a consulta por el Congreso y agradezco la invitación y el honor de
escucharme. Los felicito a todos, y en primer lugar, al compañero Raúl Castro
por su magnífico esfuerzo.
Emprenderemos
la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana
y la fuerza unida, como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible.
Fidel Castro Ruz
Abril 19 de 2016, al cierre del Séptimo Congreso del Partido
Tomado de Cubadebate
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