Tomado del blog La Hora de Cuba
Por Samuel Alejandro.
Referencias a publicaciones en el blog Razones de Cuba
Avanzan los días rumbo a la VIII Cumbre de Las Américas
y con ellos se incrementa la escalada provocativa orquestada por
sectores de la ultra derecha latinoamericana financiada por los Estados
Unidos.
Ya no hay medias mentiras, ni hipocrecía, ni siquiera diplomacia o etica en el mensaje yanqui. El secretario de Estado Rex Tillerson ha dejado claras las pretensiones de su actual administración dirigidas a “… aumentar las presiones sobre Venezuela…”
a través de un discurso violento y belicoso que busca no sólo
producir un efecto de intimidación hacia el país, sino también un
contrapeso a lo que el curso de la realidad política venezolana ha
venido determinando.
Muy a propósito y de manera inmediata, salen a la palestra pública declaraciones de funcionarios gubernamentales títeres que integran el denominado “Grupo de Lima”, creado por el secretario general de la intervencionista Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro,
quienes cumpliendo mandatos de sus financistas norteamericanos intentan
legitimar la implementación de nuevas sanciones económicas y de
aislamiento político contra el gobierno chavista en Venezuela, no
descartándose, al decir de los voceros de Washington y el propio
presidente Donald Trump, “… el uso de la fuerza militar para lograr el derrocamiento del régimen impuesto por Nicolás Maduro”.
Sí algo tienen en común los gobiernos de turno en Argentina, Brasil,
Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras,
México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía; como integrantes de este
nuevo monigote diseñado por los Estados Unidos, es la capacidad y
complacencia para arrodillarse ante Washington.
La más reciente declaración de esta “cofradía” minoritaria,
que ni siquiera está conformada por el 50 por ciento de los países
miembros de la OEA, se ha tomado la atribución de cuestionar la
democracia en Venezuela y hasta decir que Maduro no es bienvenido a la
cercana VIII Cumbre de las Américas, sin embargo, hace silencio ante
fraudulentos y escandalosos comicios en Honduras, asesinatos y
persecuciones políticas de líderes progresistas latinoamericanos, o
aplaude, como lo hizo el propio Almagro, el indulto dado por el actual
mandatario de Perú, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), al dictador Alberto
Fujimori.
Proyectos anticubanos han encontrado espacio dentro del propio
programa previsto para los Foros de la Sociedad Civil que complementa la
agenda oficial de la Cumbre, destacando en este caso el impopular “CubaDecide” promovido por la anticubana Rosa María Paya Acevedo,
devenida presidenta de la denominada Red Latinoamericana de Jóvenes por
la Democracia (JuventudLAC), seudo ONG esta constituida en diciembre de
2014 a instancias de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados
Unidos (CIA) y financiada actualmente por la National Endowment for
Democracy (NED).
Esta joven asalariada del gobierno norteamericano como presidenta de
esa supuesta ONG y el secretario general de la OEA, Luis Almagro,
firmaron en octubre del pasado año 2017 un Acuerdo Marco de Cooperación,
el cual fortalece la cobertura de la Juventud LAC para su labor
subversiva, involucrándose en burdas provocaciones no solo contra Cuba
sino también contra Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
Tal porfía, unida a las pretensiones de los anfitriones peruanos de
convertir la VIII Cumbre de las Américas en una tribuna de denuncia
contra los movimientos de izquierda en la región; además de crear
fuertes tensiones y hasta el peligro de una confrontación bélica, puede
frustrar la celebración de este evento.
Como se mira el paño, solo nos resta esperar. Aun cuando, si de
integración regional se trata, esta VIII Cumbre de Las Américas se
avizora como asignatura pendiente en cuanto a los sueños pospuestos de
Bolívar y Martí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su mensaje aparecerá tras la aprobación del autor del blog