Agoniza Guillermo Fariñas Hernández.

Por Samuel Alejandro.

Desde el pasado 6 de agosto el enajenado mental Guillermo Fariñas Hernández ha puesto en una nueva disyuntiva a los profesionales del Sistema de Salud Cubano al hacer publicar en el blog “Producciones Nacán” un artículo titulado “Huelguista Guillermo Fariñas renuncia a la Asistencia Médica Primaria”.

Comprometidos con la ética médica, desde el mismo momento en que el #LocoFariñas comenzara con su perreta tradicional, un grupo de facultativos ha incidido de manera sistemática en su vivienda brindando seguimiento a su estado de salud y recomendando insistentemente la deposición de su conducta suicida, sin recibir otra respuesta que el empecinamiento de quien se siente incapaz de llamar la atención de una manera racional.

Durante la “Declaración de Malta” sobre la Atención Médica Mundial a las  Personas en Huelga de Hambre, Adoptada por la 43ª Asamblea Médica Mundial Malta, Noviembre de 1991, se establece entre sus normas que “… el   médico debe evaluar la capacidad mental de la persona. Esto incluye controlar que el individuo que quiere ayunar no tenga un deterioro mental que afecte seriamente su juicio. Los individuos que tienen un deterioro grave de su capacidad mental no pueden considerarse como personas en huelga de hambre. Necesitan tratamiento para sus problemas mentales, en lugar de permitirles que ayunen de manera que pongan en peligro su salud”.

Es esta normativa la que ha mantenido apegados a la ética médica de los facultativos que hoy se enfrascan nuevamente en preservar la vida de Guillermo Fariñas, conscientes de que no se trata de un paciente en su sano juicio, sino de un psicópata trasnochado que no alcanza a medir el alcance de sus perretas cuando de trascender a la palestra pública se trata.

No obstante: “Fariñas Agoniza”; agoniza pero no físicamente; agoniza la credibilidad fantasma que le fuera fabricada por sus financistas; agoniza su egocentrismo; agoniza su mitomanía compulsiva; agoniza su circo y lo hace en un escenario nauseabundo rodeado de escasas aves de rapiña  desesperados por un Show Fatal que los aprovisione del dinero fácil al cual están acostumbrados; agoniza su “imagen” ante una madre aferrada a la “bella vita” que, sin remordimientos, hoy se enorgullece de haber logrado ocultar por tantos años los padecimientos psiquiátricos de su pequeño hijo sin renunciar siquiera a “Tiempo$ Mejore$” de los cuales su “Mártir Hijo” pudiera seguirle reportando, aún desde el más allá.