Por Samuel
Alejandro:
Berta Soler Fernández,
auto titulada "Líder de Las Damas de
Blanco", persiste en desafiar
la gravedad y continúa su viaje en caída libre, ante su pérdida de prestigio y acciones descabezadas,
arrastrando tras de sí los despojos de lo que en algún momento fuera
catalogado por “la gran prensa” contrarrevolucionaria como un flamante Grupo Apolítico y “Defensor de los Derechos Humanos”.
Matizan el
entramado de Berta Soler, los recurrentes escándalos y renuncias por tratos humillantes contra quienes la cargan en
hombros durante sus aventuras; resaltan inconformidades por el envío de sus
hijos a estudiar en escuelas costosas de los Estados Unidos; acusaciones a
PULULU por el robo de dinero perteneciente a Premios Internacionales otorgados
al grupo; denuncias por la adquisición de viviendas desproporcionadas y la adquisición
de artículos electrodomésticos costosos; a lo que se une, más recientemente el
CHUCHUCHU sobre las gestiones secretas que realiza con la
finalidad de comprar un auto moderno de 10 plazas tipo “Van” para, según ella, “trasladar a las Damas de Blanco”, pero
que en realidad será propiedad de su esposo Juan Ángel Moya Acosta, el cual, en
unión del camaleónico Antonio Rodiles, dirige actualmente a las Damas de Blanco,
no como un agrupamiento opositor, sino como una Industria Lucrativa.
Pero como “Un Solo Palo No hace Monte” y cada vez
son menos las mujeres dispuestas a soportar los desmanes de Berta y los
TEJE-MANEJES de los Rodiles y Ángel Moya, se ha hecho necesario cubrir las
vacantes sistemáticas que van dejando las Damas de Blanco fundadoras para ceder
su puesto al Bando Antisocial que “… se
une a la lucha por la libertad” por el módico precio de 15.00 CUC por
Semana. ¿Gratificante Verdad? Sobre Todo cuando no hay Vergüenza, ni Moral.
Este es el caso de la última adquisición de
Berta, quien asfixiada dentro de su propia mierda, se ha dado a la tarea
de escarbar en Barrios como a los que “Buena Fe” denomina Periféricos, para extraer de ellos la
flor y nata de la delincuencia y la marginalidad ¿Vergonzoso Verdad?
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