Por Iroel sanchez
Gracias a herramientas como Google, buscar en esa galaxia que es
Internet resulta sencillo. Aunque existan otros buscadores menos
conocidos y también menos favorecidos por el gobierno de EEUU que Google,
debido a sus innegables virtudes tecnológicas y a algunas amistades
peligrosas que ha descrito muy bien Julian Assange en su libro Cuando Google visitó a Wikileaks, buscar se ha vuelto sinónimo de googlear.
Así que si se quiere buscar noticias, videos, imágenes, aplicaciones
informáticas, mapas o “todo” como describen las opciones del buscador,
se escriben en su ventanita las palabras que se relacionan con el tema
que demandamos y el resultado nos traerá de regreso los enlaces a lo
existente en esas categorías que mejor se vinculan con las palabras que
nos interesan en la inabarcable Red de redes.
Así que, presto a elaborar un texto sobre la repercusión que ha
tenido la denuncia por organizaciones estudiantiles cubanas del programa
de la entidad World Learning de becas de verano para adolescentes de la
Isla con fondos del State Deparment y la USAID, cuyos beneficiarios
fueron contactados de manera clandestina por enviados enmascarados como
turistas y a su regreso debían poner en marcha aquí proyectos para el
“cambio”, puse las palabras “Wolrld Learning Cuba” en la ventanita de
Google y el resultado fue interesante: A pesar de que las noticias
llevaban tres días circulando, solo páginas cubanas hablaban del tema.
Ya con pocas esperanzas invertí el orden, “Cuba World Learning” y el
resultado fue el mismo.
Pero dejemos a la empresa que lidera Erick Schmidt tranquila, en
definitiva hay consenso en que Google es un gran emporio que favorece el
posicionamiento de aquellos que pagan publicidad o tienen mejores
capacidades tecnológicas para aparecer primero, y optemos por la
búsqueda en lo que algunos llaman en Cuba “sitios alternativos”.
Uno por uno recorrí el sistema de medios privados que con financiamiento externo y empleados cubanos exige
a la prensa “oficialista” de la Isla inmediatez y transparencia. Las
mismas palabras -“World Learning Cuba”- al derecho y al revés en la
ventanita de búsqueda de cada uno de esos sitios. “Silencio, nadie a mi
dolor responde/ tus labios callan y tu voz se esconde”, recordé a
Guillén en célebre soneto pero en esos sitios, creados para traernos la
libertad de expresión y el periodismo objetivo, sobre el tema de marras
“no hay pieza, una mínima pieza..” para algo que sin dudas es noticia.
La agencia Reuters en un despacho que dedicaba recientemente a esos sitios, titulado “Los millennials marcan la apertura de los medios de comunicación privados en Cuba”,enfrentaba
esos espacios al “monopolio de los medios estatales de comunicación que
ha durado medio siglo en la isla de Gobierno comunista” y decía que
quienes trabajan en la prensa cubana “no son totalmente libres para
expresar lo que piensan” pero ni esa agencia ni otros medios de
comunicación similares han podido decir, aunque sea para expresar su
desacuerdo, una coma de la noticia de la que hace tres días está
hablando Cuba entera, a pesar de que son los millennials -jóvenes
entre 16 y 30 años- los que por estos días están protagonizando el
rechazo público a los planes clandestinos de EEUU hacia ellos a través
de instituciones como World Learning.
Ni el unánime rechazo entre personas dedicadas a la comunicación que
provoca el secretismo -presente en el modo en que se ha implementado
este programa desde EEUU- ha hecho que más allá de sitios calificados
de “oficialistas” se pueda encontrar una información que
indiscutiblemente despierta interés.
Un editorial publicado por The New York Times el 9 de noviembre de 2014 sobre lo que devino a partir del 17 de diciembre de ese año la nueva política de EEUU hacia Cuba decía en su último párrafo:
“En lugar de proyectos encubiertos para derrocar el gobierno, los
líderes estadounidenses deben encontrar mecanismos para empoderar al
cubano común y corriente, expandiendo oportunidades de estudios en el
exterior, organizando más enlaces profesionales, e invirtiendo en las
nuevas microempresas en la isla. Es positivo que sigan promoviendo mayor
conectividad a Internet, pero deben entender que lograr ese objetivo de
manera sustancial exige coordinación con el Gobierno cubano. Más
importante aún, Washington tiene que reconocer que a lo único que puede
aspirar, es a influir de manera positiva en la evolución de Cuba hacia
una sociedad más abierta. Para eso, es más productivo lograr un
acercamiento diplomático, que insistir en métodos artificiosos.”
Pocas veces más claro lo que se sugería: utilizar las propias
instituciones cubanas para llevarnos hacia el cambio que desean pero las
inversiones deben ser para las “microempresas”. Por cierto, a pesar de
que es EEUU el que limita a doce categorías de ciudadanos los viajes a
Cuba, es esta última la que debe ser abierta ¿Abierta como cuál
sociedad, como las que ahora mismo con la complicidad de Washington son
escenario de “golpes suaves” para favorecer a una minoría? ¿Abierta al orwelliano sistema
de vigilancia global que gestionan la CIA y la NSA, revelado por Edward
Snowden, a quien se le prohíbe salir de Rusia donde está
asilado?¿Abierta al control de una élite sobre la economía y los medios
de comunicación?¿O abierta al uso de armas que cada vez más está
convirtiendo la sociedad norteamericana y sus más cercanos vecinos del
Sur en un campo de tiro contra los no blancos y los pobres?
A pesar de ello, con fe en su pueblo y sus instituciones, Cuba aceptó
el reto. Pero goloso, el gobierno de Barack Obama ha querido tener
“acercamiento diplomático” sin renunciar a lo que el Times llamaba
“métodos artificiosos”, como ilustran las becas de World Learning y el
evento conspirativo que los pasados 12 y 13 septiembre tuvo lugar en
Miami con el auspicio de la gubernamental Oficina de Transmisiones hacia
Cuba (Radio y TV Martí) titulado “Cuba Internet Freedom”. En
paralelo, los efectos del bloqueo siguen cercando con multas y
persecusiones extraterritoriales la economía cubana.
A raíz de la noticia sobre las becas, una millennial cubana expresó en la red social Facebook:
“¿Por qué el gobierno de EEUU no solicita a Cuba esas becas de
manera legal?, ¿Por qué no levanta el bloqueo y facilita el acceso de
los universitarios a mejores condiciones de estudio y a diversas páginas
web que tenemos bloqueadas?, ¿Por qué las becas no tienen el objetivo
de formar a nuestros jóvenes en temas de importancia para Cuba como la
biotecnología, el desarrollo de tecnologías limpias o la agricultura?”
Pero ni ella ni las decenas de miles que piensan como ella serán
entrevistados por los grandes medios de comunicación ni tendrán espacio
en la prensa privada cuya misión es conducir a Cuba al capitalismo,
donde el conocimiento y la libertad de expresión solo son privilegio de
quienes pueden pagarlos. “Los jóvenes no somos títeres”, vi escribir a
una joven estudiante universitaria en un mural encabezado por la
expresión “Intercambio sí, conspiración no”, ¿podrán hablar de ellos los
que quieren darnos clases de periodismo libre y objetivo, a ver si
entonces Google los encuentra?
(CubAhora)
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