«Detrás de los programas de esta ONG intentan ocultar las intenciones reales de Estados Unidos: dividirnos desde dentro».
Alberto Alejandro Milián: « ¿Por qué se fijan en los
cubanos, que tenemos acceso gratuito a la educación, y no en millones de
jóvenes que realmente lo necesitan? A pesar de que establecimos
relaciones diplomáticas, mantienen el principio de siempre. No nos
dejemos engañar». (Foto de la autora)
Como todos sus compañeros, Alberto Alejandro Milián Leyva, de 17
años, también conoce que sin paciencia y mucho esfuerzo jamás habría
llegado a vestir el uniforme de estudiante de Medicina que hoy luce tan
orgulloso. Apenas han transcurrido 24 días desde el inicio del curso,
pero ya siente que la vida le cambió.
Su seguridad, quizás, provenga de que se le dejara de mirar como a un
niño, y que hoy no transite por los pasillos del Hospital Pediátrico
«José Luis Miranda» en calidad de paciente, sino como futuro doctor.
Precisamente esa resultó la institución elegida en la mañana de este
jueves para que los estudiantes dejaran claro su mensaje: no hay nada de
malo en el intercambio académico, pero lo que no se haga con claridad
no puede concebirse como proyecto de superación.
«A simple vista, las becas de verano de World Learning no presentan
riesgo alguno. El problema está en que no esclarecen que detrás de su
financiamiento está la Usaid, la CIAy otras instancias del Departamento
de Estado norteamericano. Ya no es raro que buenos estudiantes obtengan
becas en el extranjero e, incluso, este tipo de oportunidades deben
aprovecharse para la formación de los profesionales cubanos; sin
embargo, detrás de los programas de esta ONG, intentan ocultar las
intenciones reales del gobierno de Estados Unidos: dividirnos desde
dentro, con los jóvenes como vanguardia negativa», enfatizó Alberto
Alejandro.
A sus pocos años no se pueden comprender muchas cosas. No obstante, ya logra distinguir una verdad fundamental.
« ¿Por qué se fijan en los cubanos, que tenemos acceso gratuito a la
educación, y no en millones de jóvenes que realmente lo necesitan? A
pesar de que establecimos relaciones diplomáticas, mantienen el
principio de siempre. No nos dejemos engañar».
Así lo relata una joven villaclareña que aplicó para las becas de World Learning.
Más de 2000 estudiantes preuniversitarios se
concentraron en el parque Vidal para mostrar su desacuerdo con el
programa de becas. (Foto: Ramón Barreras)
Lizandra La O Rojas, se enteró por sus amigos de las becas de World Learning.
Por eso, fue hasta el Joven Club de Computación en el Reparto José
Martí y accedió a la página web donde explicaban los detalles.
«Allí pude ver las instrucciones. Llené el cuestionario, pedí la
autorización de mis padres, ofrecí toda la información personal y busqué
la opinión de dos personas de mi comunidad. Además, tuve que escribir
de diversos temas y en dichos textos incluir mi opinión sobre las
actividades que se realizaban en mi barrio, los proyectos ambientalistas
y cómo se implementan en la Revolución cubana, todo muy solapado.
«Te preguntaban sobre la experiencia que tenías como líder juvenil,
la forma en la que te desarrollabas en la comunidad. Tenías que estar
entre los 16 y 18 años. También veían tu promedio académico
Lizandra La O Rojas fue una de las jóvenes villaclareñas que
el pasado año aplicó para las becas de World Learning. (Foto: Ramón
Barreras)
«Según supe, nos hospedaríamos en casa de otras personas y durante la
estancia quedaba prohibido recibir visitas de familiares o amigos. La
finalidad del programa era regresar a Cuba y aplicar en nuestro barrio
el proyecto final ».
Ahora Lizandra cursa el segundo año de carrera de economía y aunque
ha pasado casi un año desde que llenó el formulario nunca recibió
respuesta:
«Les di mi teléfono, pero no llamaron. No ofrecieron una explicación,
pero sé por qué no me aprobaron: por mis respuestas supieron que mis
principios estaban demasiados solidificados como para poder cambiarlos»,
finalizó.
Esta joven compartió su experiencia con miles de estudiantes del
preuniversitario que se reunieron en el Parque Vidal de Santa Clara para
expresar su desacuerdo con el programa de becas de la World Learning.
Eunice Álvarez Borjes confesó que se pensaba que era un
proyecto inofensivo hasta que ahora se dieron cuenta de las verdaderas
intenciones. (Foto: Ramón Barreras)
Eunice Álvarez Borjes, fue una de las participantes y confiesa que
estuvo al tanto de todo: «Tenía amistades que querían ir, pero no los
aceptaron. Pensaban que no se trataba de algo peligroso y después nos
dimos cuenta de la verdad. Obama dijo que querían acercarse a los
jóvenes, pero no puede ser así».
Para Osdany Ferrás Jiménez, presidente provincial de la Federación
de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) esta es una forma de
aproximase a la juventud, porque «nos ven como el blanco más débil y la
intención es hipnotizarnos con la sociedad de consumo, por eso tres
institutos preuniversitarios de Santa Clara: Mariano Clemente Prado,
Capitán Roberto Rodríguez y Osvaldo Herrera, nos reunimos aquí para
demostrar que no estamos de acuerdo con esta estrategia injerencista»,
apuntó.
Periodistas,
líderes estudiantiles y exbecarios debatieron ayer en la Mesa Redonda
acerca de la beca World Learning y sus propósitos
La posición de la
FEEM ha sido siempre propiciar el intercambio, «pero sobre la base del
respeto mutuo, de fomentar el conocimiento», y no a través de becas como
esta, que de manera solapada intentan generar diferencias de
pensamiento entre nuestros jóvenes. Foto:Alberto Borrego
Después del 17 de diciembre del 2014, cuando se
inició el camino de restablecimiento de las relaciones entre Cuba y
Estados Unidos, el presidente de la nación norteamericana, Barack
Obama, manifestó —en el marco de su vista a nuestro país— que su
gobierno no tenía intención de subvertir el orden interno en la Isla.
Sin embargo, el presupuesto público gubernamental de Estados Unidos
ha destinado, en el año en curso, 30 millones de dólares a financiar
proyectos subversivos contra Cuba, a través de agencias como la Usaid.
Uno de esos planes, dirigidos a la juventud cubana y al propósito de
formar líderes para el cambio, ha sido denunciado en estos días por
nuestras organizaciones estudiantiles.
De las becas World Learning, «con su envoltorio inofensivo y entraña
manipuladora», trató ayer el espacio Mesa Redonda, que contó con la
presencia de periodistas, líderes estudiantiles, y de Alejandro Sánchez
Fernández, uno de estos exbecarios.
Sobre qué es la World Learning, sus objetivos supuestos y el programa
organizado para Cuba, argumentó Yailín Orta Rivera, directora del
periódico Juventud Rebelde, que se presenta como una organización no
gubernamental, y tiene sus oficinas centrales en los estados de
Vermont y Washington, así como también representación en decenas de
países.
«El propósito fundamental es captar jóvenes y trabajar sobre ellos
desde el punto de vista ideológico, construir liderazgos. Ya han logrado
atraer jóvenes de unos 140 países», advirtió.
Pero, ¿cuál es la cara oculta de esta organización?
En torno a esta interrogante, la periodista señaló que en Cuba no hay
representación de World Learning y que en los últimos dos años esta
había planificado un grupo de becas, denominado Programa de Verano, que
pretendía captar cubanos entre los 16 y 18 años, a través de Internet.
Agregó que se seleccionan muchachos que están todavía en su formación
sociosicológica para experimentar con ellos y, por medio de la
manipulación, subvertir el orden establecido. Es la política del golpe
suave —apuntó—; en la que se mantiene seguir el guion de expansión
neoliberal.
Es una propuesta seductora —explicó— porque se presenta supuestamente
como programa de intercambio cultural, pero que en realidad desconoce
la institucionalidad cubana y pretende avanzar al margen de las
dinámicas gubernamentales.
Se ha conocido que detrás de este Programa de Becas está el
financiamiento de la Usaid, agencia que —tras el escándalo de Zunzuneo y
los intentos de reclutar artistas para la subversión en Cuba— vuelve a
ser centro de atención.
Detrás de todo este experimento —destacó Yailín Orta—hay un equipo
bien articulado de profesionales de la prensa y la comunicación,
entrenado con herramientas y habilidades para la construcción de este
liderazgo ficticio en función del cambio.
Alejandro Sánchez Fernández, exbecario de World Learning, quien se
encuentra actualmente en el Servicio Militar Activo, destacó: como toda
inversión, los exbecarios teníamos un valor de uso: servir como parte de
esa red. Pretendían que nosotros, mediante la comunicación verbal,
fuéramos «los embajadores de Estados Unidos en Cuba»; que promoviéramos
el reclutamiento de nuevos jóvenes para la beca, puntualizó.
La embajada americana compartió en su página web oficial el anuncio
de la beca. Supe de ella por una amiga y decidimos aplicar juntos. El
proceso consistió en rellenar planillas donde pedían datos personales,
de nuestras familias, una carta de recomendación de algún profesor de la
escuela... Luego me llamaron por teléfono para una entrevista. En ella
me hicieron una exploración acerca de mis valores y posiciones desde el
plano sicológico, nunca político. Creo que me escogieron por ser el
presidente de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM)
en mi preuniversitario, expresó.
«Siempre pensamos que podría haber algún tipo de subversión
ideológica, pero nos hacía ilusión viajar a Estados Unidos, conocer otra
realidad lejos de nuestros padres. Por eso decidí postularme».
Los primeros tres días —dijo—estuvimos en una villa en el estado de
Virginia. Allí fue donde nos explicaron la regla principal del programa:
no podíamos colgar fotografías en las redes sociales mientras
estuviéramos allá, supuestamente para evitar una posible represión al
llegar a Cuba; a pesar de la convocatoria pública de esta beca.
Luego, fuimos a la Universidad de Virginia, donde recibimos clases de inglés, de habilidad de liderazgo y oratoria.
Además, hicimos ejercicios para interconectar con los demás, así como
grupos de diálogo donde discutíamos diferentes temas y
contextualizábamos con la realidad cubana, añadió.
«A lo largo del programa, realizamos tres encuestas donde nos pedían
establecer comparaciones entre Cuba y Estados Unidos. Contenía preguntas
como: ¿qué es la democracia?, ¿cuál es la diferencia entre dictadura y
democracia?, y otras.
Cuando mi grupo visitó Washington, pedimos visitar la embajada
cubana. Queríamos ver ondear nuestra bandera. Al principio nos dijeron
que no sabían dónde quedaba. Luego de insistir, nos llevaron, pero no
nos permitieron bajar del autobús. Todas las fotos y videos los tomamos a
través de los cristales del ómnibus. A pesar de eso, fue un momento
muy emotivo, y hasta se gritaron consignas revolucionarias».
Agregó que al regresar a Cuba no hubo ensañamiento con ninguno de los estudiantes que participaron del programa.
Durante los actos de denuncia no se nos condena a nosotros, pues no
somos traidores. Lo que denunciamos es el modo extraoficial que tiene
World Learning. Los exbecarios solo somos una pieza más del gran
rompecabezas, subrayó.
Acerca de cómo se inserta World Learning dentro de los objetivos de
la Usaid centró su análisis Iroel Sánchez, periodista y editor del blog
La pupila insomne, quien refirió que esta agencia es una herramienta de
guerra fría, y que surge como continuidad de la estrategia
estadounidense contra Cuba: Alianza para el Progreso.
Refirió que la Usaid tiene una historia sórdida sustentada en el
empuje de las dictaduras y contra las fuerzas populares en América
Latina. «Y más allá de esta faz violenta, tiene el poder de dar una cara
más amable del gobierno de los EE.UU., atendiendo a las necesidades
sociales que existen en los países del tercer mundo».
Además, enfatizó que la misma ha tenido profundas contradicciones con
los gobiernos de izquierda de Latinoamérica y ha sido desacreditada en
el propio senado norteamericano.
Después del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los
dos países, y de la visita a Cuba del presidente Obama, pensamos que
íbamos a tener otro escenario en cuanto a relaciones
interinstitucionales y la renuncia de métodos artificiosos, dijo.
Asimismo, Sánchez llamó la atención sobre las cifras que este año
EE.UU. ha destinado para la subversión en Cuba: 30 millones del
presupuesto público gubernamental, 28 millones para radio y televisión
Martí, y cuatro millones para programas de promoción de democracia en
internet.
En Cuba, estos programas no han tenido resultados gracias a la
presencia de organizaciones estudiantiles, que tienen una larga historia
en el trabajo de masas, puntualizó.
Por otra parte, Niubis García Otaño, vicepresidenta de la FEEM,
señaló que la posición de su organización ha sido siempre propiciar el
intercambio, «pero sobre la base del respeto mutuo, de fomentar el
conocimiento», y no a través de becas como esta, que de manera solapada
intentan generar diferencias de pensamiento entre nuestros jóvenes.
La subversión ha sido uno de los elementos principales en la política
norteamericana hacia Cuba, así como la preparación de individuos
dentro del país para promover el cambio interno. Por eso, los jóvenes
nos sumamos a la denuncia contra la injerencia, valoró.
No estamos de acuerdo con que la Usaid siga financiando proyectos de
esa índole, pues se ha demostrado que en las dos ediciones de World
Learning (la primera con más de 30 becarios, y la segunda más de 60) se
ha impartido algo diferente a lo que el proyecto propone en sus bases.
Ellos no pretenden dotar de conocimientos a los jóvenes, sino que
quieren formar líderes de opinión para promocionar la contrarrevolución,
añadió.
En otro momento, Claudia Proenza de Miranda, miembro del
secretariado nacional de la Federación Estudiantil Universitaria,
refirió que bajo el sistema educacional cubano se han formado cientos de
estudiantes extranjeros, incluso estadounidenses.
El problema de esta beca es que está programada y diseñada para
subvertirnos ideológicamente, ignorando las instituciones y
organizaciones sociales cubanas. World Learning obvia todo lo
establecido en Cuba al intentar cambiar nuestra mentalidad, dijo.
El sitio Along the Malecón, del periodista Tracey Eaton,
publicó este miércoles la lista de organizaciones que recibieron
financiamientos por un valor total de casi 4 millones dólares para los
programas de cambio de régimen en Cuba, a través de la organización
gubernamental estadounidense National Endowment for Democracy (NED).
Cubadebate.cu ha ofrecido la lista completa y ha compilado una serie de datos que
prueban que los jóvenes cubanos son los destinatarios fundamentales de
estos programas, mientras la comunicación, con un financiamiento de $ 2
098 312, y la actividad política en las comunidades ($ 673 362) son las
áreas de mayor interés para los proyectos subversivos contra la Isla del
gobierno norteamericano.
El Directorio Democrático Cubano, una organización con sede en Miami y
más de 25 años de intensa ejecutoria y retórica contrarrevolucionarias,
es el que mayor financiamiento recibe este año de la administración de
Barack Obama. Diario de Cuba encabeza al lista de los medios
contrarrevolucionarios que recibieron, a su vez, las partidas más
jugosas ($ 283 869), seguido de Cubanet ($ 224 562).
Como se puede apreciar en la lista de los fondos de la NED contra Cuba,
otorgados el año pasado, los programas no solo se ejecutan de manera
encubierta en Cuba donde estas operaciones son ilegales, sino que
incluye el reclutamiento de personal en terceros países muchas veces sin
advertirle a esos individuos el riesgo que corren.
Desde que George W. Bush activó la Ley para la Democracia en Cuba que
faculta al Congreso norteamericano a erogar 20 millones de dólares al
año para los programas de cambio de régimen en Cuba, en las últimas dos
décadas se han destinado con este fin 284 millones de dólares, según
datos oficiales del gobierno de EEUU.
Entre el 2009 y 2012, durante el actual gobierno Obama, cada año fueron
asignados 20 millones de dólares. En el 2013 bajó a 13 millones,
mientras en el 2014 y 2015, en pleno inicio y desarrollo del proceso de
restablecimiento de las relaciones bilaterales entre ambos países, el
gobierno estadounidense destinó otra vez 20 millones. Este año subieron
el presupuesto a 30 millones. A todo esto se suman los dineros dedicados
a las transmisiones de Radio y Televisión Martí, que desde 1984 a 2015,
cinco administraciones estadounidenses han dedicado cerca de 797
millones de dólares.
La NED, según datos obtenidos de su página oficial, es una organización
privada -fundada en 1983- sin fines de lucro y dedicada al crecimiento y
fortalecimiento de las instituciones democráticas en el mundo. Con la
financiación del Congreso de los EE.UU. patrocina más de 1.000 proyectos
de grupos no gubernamentales en el exterior.
Sin embargo, como han denunciado múltiples organizaciones y países, su
objetivo es el debilitamiento de los gobiernos que hacen resistencia a
las políticas estadounidenses. Según The New York Times -artículo de John M. Broder, publicado el 31 de marzo de 1997-,
la National Endowment for Democracy (NED) “se creó (…) para llevar a
cabo públicamente lo que ha hecho subrepticiamente la Central
Intelligence Agency (CIA) durante decenios. Gasta 30 millones de dólares
al año para apoyar a partidos políticos, sindicatos, movimientos
disidentes y medios informativos en docenas de países”.
Estos son los datos de los fondos de la NED contra Cuba en el 2015
Total de proyectos financiados por la NED: 30 Cantidad de organizaciones beneficiadas: 27 * Monto total de dinero otorgado: 3 681 371
Proyectos de mayor interés, según el agente principal que lo ejecutaría y cantidad de dinero:
*Tres
organizaciones son beneficiadas con dos partidas para dos proyectos
diferentes. Son Civic Education, el Observatorio de Derechos Humanos y
Rule of Law.
Muchos consideraban revoltoso a Alejandro
Sánchez Fernández en sus años de preuniversitario. Todo porque, como
dirigente estudiantil y buen alumno, trató que sus compañeros fueran
protagonistas de cuanta acción se realizaba en la escuela. Por ello
parecería que no hubo casualidad cuando el pasado año se convirtió,
junto a una treintena de estudiantes de varias provincias, en uno de los
escogidos para viajar a Estados Unidos y recibir «cursos de liderazgo»,
auspiciados por la organización «sin fines de lucro» World Learning.
La sospecha la manifiesta el mismo
Alejandro, mientras devela todo lo que sobrevino después de aquella
selección, y asegura sentir orgullo de vivir en Cuba y de que podrá
formarse a partir del próximo año en una de las más nobles y humanas
profesiones: la del magisterio. Hace muy poco terminó sus estudios en el
Instituto Preuniversitario Mártires de Porvenir, del municipio de Diez
de Octubre, y ahora cumple con el Servicio Militar Voluntario.
Conoció de la beca que ofrecía la
«organización no gubernamental» norteamericana por una amiga que lo
convidó a aplicar juntos, tras conocer de la propuesta en las redes
sociales, una de las vías por las que se ha expandido el llamado
Programa de verano para jóvenes cubanos, diseñado desde 2015 por la
World Learning sin la aprobación del Gobierno Revolucionario cubano.
«Juntos aplicamos, pero a ella no la
escogieron. Fue un proceso en el cual solicitaban varias cosas, entre
ellas la autorización de nuestros padres, una boleta con las notas, una
planilla con datos personales —no solo míos, sino también de mis
padres—, dos cartas de recomendación, una de un profesor y otra de una
organización o institución.
«Luego de enviar todos esos datos, pasado
un mes, me hicieron una llamada desde Estados Unidos, en la que me
notificaron que estaba seleccionado dentro de un grupo, al cual además
le realizarían una serie de entrevistas por teléfono. Esta fue de
preguntas casi idénticas a las de las planillas, y otras que eran
situaciones sicológicas para medir tu reacción y todo lo referente a las
relaciones grupales. Después de este paso me hicieron otra llamada,
donde finalmente confirmaron que había sido aprobado».
Cuenta el joven que los organizadores
mandaron los fondos para elaborar el pasaporte y el pago de entrevistas.
«Días antes de viajar a Estados Unidos los que íbamos a la beca nos
reunimos para conocernos. A nuestra llegada al aeropuerto de Washington
nos recibieron ocho miembros, de ascendencia hispana y
afroestadounidense, del equipo de la World Learning, quienes eran los
encargados de atendernos.
«Luego nos llevaron a una villa campestre
del Estado de Virginia y estuvimos tres días haciendo técnicas grupales
para conocernos. Era como una preparación, donde se nos imponía de las
reglas del Programa, entre las cuales estaba el no acceso a las nuevas
tecnologías.
«Nos planteaban que no podíamos entrar en
las redes sociales ni colgar fotos, información, ni lo que estábamos
haciendo. Según ellos por nuestra propia “seguridad”. Sin embargo, me
pareció extraño que quienes patrocinaban la beca lo hacían
constantemente. Después de un tiempo decidimos también usarlas, sobre
todo Facebook. Entonces ellos se hicieron amigos de nosotros en esa red y
controlaban las cosas que poníamos.
«De ese lugar nos llevaron a la
Universidad de Virginia y ahí recibimos clases, entre estas de Inglés,
ejercicios en habilidades de liderazgo, los migrantes, el sistema
político norteamericano y evaluaciones sobre las tendencias para las
elecciones presidenciales de ese país. Visitamos la casa de los
presidentes norteamericanos Thomas Jefferson y James Madison, en las que
nos hablaron muy bien de los «padres fundadores» e intentaban
hacérnoslos ver como los mejores del mundo, conociendo nosotros que
ellos expresaron siempre el interés de su Gobierno de apoderarse de
Cuba».
Recuerda Alejandro que mientras ello
ocurría, tanto a él como al resto de sus acompañantes les llamó la
atención que Thomas Jefferson tenía más de 300 esclavos, y James Madison
700, y que luego de la independencia de Estados Unidos no los
liberaron. «En un momento le preguntamos a la museóloga porqué no los
liberaron, y esta argumentó que era parte de su economía… Se le vio
sorprendida cuando le comenté que quienes iniciaron la guerra de
independencia en Cuba, como Carlos Manuel de Céspedes, su primer gesto
fue liberar a los esclavos.
«En la beca se iban dando contradicciones
de este tipo, choques en las concepciones, en los valores. Nos dimos
cuenta también de que existía un desconocimiento del tema Cuba al hablar
con los pobladores. Es una desinformación tan grande que ellos referían
que aquí hay falta de libertades religiosas, discriminación por
orientación sexual, que no podemos ver películas norteamericanas, que
está prohibido hablar inglés, que queman las banderas de Estados Unidos y
que se violan los derechos humanos».
Un mes no cambia a nadie
Así transcurrieron los primeros días de
Alejandro en el país norteño. Luego los asistentes al curso fueron
repartidos por diversos Estados con los miembros del staff. «Un grupo
fue a comunidades de Misuri, Oregón y Washington. Yo estuve en este
último. Allí nos recibió una familia anfitriona para que conociéramos el
modo de vida de aquella sociedad.
«Me correspondió una familia de dos
profesores de la High School. En el despacho de la profesora había
afiches de los movimientos de liberación en América Central y un retrato
de Fidel, que le habían regalado cuando estuvo en nuestro país en 1982.
Otra cosa curiosa fue que todos los días, antes de la hora de comida,
el profesor se sentaba a la mesa con una libreta a hacerme preguntas de
nuestra historia revolucionaria y de la Cuba actual».
Cuenta Alejandro que estuvo ocho días en
la casa de esa familia, tiempo en el cual visitaron una organización que
defendía los derechos de las personas homosexuales. «Al parecer ellos
piensan que en nuestro país existe discriminación institucional contra
esas personas», comenta. Luego de esta estancia se reunieron nuevamente
en Washington, donde visitaron museos nacionales y monumentos, y
estuvieron frente a la Casa Blanca.
«A quienes nos acompañaban en los
recorridos les pedimos ir a la Embajada cubana, que está cerca de allí,
y después de “averiguar” dónde estaba nos llevaron. Lo extraño es que
estacionaron el ómnibus frente a ella para que nos tomáramos fotos y
videos, y que la contempláramos desde la guagua. No nos permitieron, en
ningún momento, bajar y entrar a la sede diplomática. Ahí se dio un
momento muy emocionante. Todos comenzamos a gritar ¡Viva Cuba, Viva
Fidel! Había tremenda añoranza por nuestra Patria, la familia, la
comida, nuestras calles, nuestra cotidianidad…
«En Washington expusimos los proyectos el
último día de la beca, cuya defensa se hizo en la oficina central de
Google, con la presencia de funcionarios del Departamento de Estado y
del director general de la World Learnig, quienes apostaron por nuestros
temas de trabajo, pues veían que podían ser una plataforma ajena a la
institucionalidad, a los canales oficiales y a iniciativas de la
sociedad civil que coinciden con sus objetivos de “empoderar” al pueblo.
«¿Qué había en nuestros proyectos? El mío
estaba dedicado a cómo, desde los estudiantes, podemos hacer la escuela
más atractiva con actividades científicas, de conocimiento, deportiva,
cultural y cómo prevenir las adicciones, algo que, como verdaderos
jóvenes y dirigentes estudiantiles, como es mi caso, hacemos
cotidianamente, pues donde estudié la FEEM tiene liderazgo. Pensaban que
estaban viendo algo que iba a cambiar nuestros principios.
«Otros proyectos eran encaminados al
cuidado ambiental, al trabajo con los niños, a cómo contribuir a la
educación tecnológica… A primera vista los temas que presentamos eran de
mucho interés, pero ellos querían encauzarlos al margen de nuestro
sistema institucional, que los emprendiéramos desconociendo las normas y
la estructura social elegida por nosotros mismos.
«Todos los anfitriones se interesaron muy
especialmente por cómo íbamos a aplicar los proyectos y de su
seguimiento a nuestro regreso. Eso se quedó en dos o tres correos, hasta
que en diciembre del pasado año nos visitó un miembro del equipo de la
World Learning, quien nos dijo que ya no estaba vinculado a esa entidad.
Sin embargo, sabemos que en este 2016 también participó del programa.
Realmente nos mintió y manifestó mucho interés por cómo iban nuestros
proyectos. Era evidente que venía a hacer trabajo de campo. Esa es una
de las razones por las cuales debemos dudar de la existencia y fines de
estas becas.
«No nos sorprende que un año después haya
sucedido esto, pues una “organización no gubernamental” no tiene porqué
estar recibiendo visitas de autoridades estatales. Durante el curso,
cada tres o cuatro días, iban funcionarias del Departamento de Estado a
visitarnos y a pasar el día con nosotros. Ello es otra evidencia de que
detrás de todo esto estaba el financiamiento de la Agencia de los
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
«Nosotros no nos oponemos a las becas; lo
que exigimos es que se realicen contando con nuestras instituciones.
Hay que recordar los más de 1 300 intercambios que ha impulsado Cuba en
el último año. Nadie se niega al vínculo científico, educacional,
cultural, siempre que sea bien estructurado y no se violenten las normas
del país. Eso sí, todo el que participe en una beca debería conocer muy
bien cuál ha sido la historia de las relaciones entre ese país y Cuba,
para que no pueda ser manipulado burdamente».
—No hay razón que explique por qué Estados Unidos tiene que formar líderes para Cuba…
—Por supuesto. Cuando ellos hablan de
líder se refieren a cualquier jefe, a líderes artificiales. Para
nosotros significa una persona que atrapa, que motiva, que da esperanza,
que tiene habilidades oratorias, una autoridad moral que le permite
exigir sacrificios. Eso es lo que es un líder. Ellos piensan que con un
curso de un mes nos van a cambiar. Imagínate que nos dieron hasta un
glosario de términos como si fuéramos anormales. Ellos, mientras
manipulaban en el curso las palabras empoderamiento y democracia lo que
deseaban era preparar un liderazgo para destruir la sociedad que los
cubanos hemos elegido, precisamente ejerciendo esas palabras que ellos
vacían de contenido con sus estratagemas».
—¿Hubo alguna represalia por participar en la beca?
—Ninguno de los estudiantes del curso
hemos sufrido marginación o represalias. Todos alcanzamos carreras
universitarias y otros las iniciaron ya. Han pasado de año, desarrollan
su vida normalmente y no ha habido ningún tipo de persecución o
ensañamiento.
«Esas becas deben promoverse en
correspondencia con las relaciones de nuevo tipo que estamos tratando de
construir entre Cuba y Estados Unidos. Si estamos hablando de
cooperación mutua, Estados Unidos tiene que estar dispuesto a construir
ese puente con honestidad, con espíritu constructivo y con vocación de
diálogo y de respeto a nuestra soberanía, porque de lo contrario las
cosas no tomarán un rumbo positivo».
Por Arthur González.
Por estos días la prensa cubana denuncia las becas creadas en abril
del 2015 por la organización World Learning Inc., con sede en
Washington, basadas en un nuevo “Programa de Liderazgo de Verano” para
que jóvenes cubanos de 16 a 18 años estudien durante cuatro semanas en
Estados Unidos.
Ese programa de estudios cuenta con el financiamiento de la USAID,
que como se conoce le sirve de pantalla a la CIA, como tantas
Organizaciones y Fundaciones que le han facilitado su nombre para
encubrir los planes subversivos ejecutados durante la llamada Guerra
Fría, de acuerdo a documentos desclasificados.
El programa de becas para los estudiantes cubanos, persigue el fin de
fabricarlos como líderes para su deseada transición hacia el
capitalismo, pero no es novedoso y ha sido una de las direcciones de la
política de Estados Unidos por cambiarle la mente a los jóvenes cubanos.
En el 2003 conformaron la organización Raíces de Esperanza; fenómeno
subversivo diseñado en Estados Unidos con la misión de fomentar en Cuba
la “auto realización de jóvenes de 15 a 35 años, apoyarlos para que
lograran el desarrollo de una sociedad pluralista y democrática que
respete los derechos humanos, a través de iniciativas académicas y
culturales en toda la Isla”.
Para alcanzar esa misión, los especialistas en temas de subversión y
guerra psicológica de la CIA, organizaron grupos en diferentes
universidades estadounidenses, enfocados en el desarrollo juvenil como
impulsores de una sociedad cubana capitalista que desmonte, desde
adentro y de forma suave, el sistema socialista.
El método ideado fue el de animar una red de universitarios que
patrocinara conferencias y movilizara a otros jóvenes para iniciar el
contacto con los cubanos.
Uno de los que sumaron a ese plan fue el presidente español José
María Aznar, quien impartió conferencias a los universitarios
estadounidenses para prepararlos en cómo debían actuar con sus homólogos
de Cuba.
En el 2003 efectuaron una conferencia en la Universidad de Harvard, en el 2005 en la de Georgetown y en el 2006 en la de Prince.
Además, le asignaron un presupuesto para realizar llamadas
telefónicas a los cubanos, e incluso regalaron decenas de teléfonos
móviles a universitarios en Cuba, con el propósito de hablarles
directamente de sus intereses, pues en el conocido Plan para la
Transición o Plan Bush, se afirma:
“Llegar a la juventud cubana representa una de las oportunidades más
significativas para precipitar el fin del régimen. Esta generación tiene
el vínculo más débil con la Revolución, su apatía y descontento son
endémicos”.
Como tantos planes de la CIA este también fue un fracaso y el dinero malgastado.
No resignados a sus derrotas, en el año 2009 emprendieron otro
proyecto dado a conocer a través de su Sección de Intereses en La
Habana, consistente en un programa de becas para cursar seminarios sobre
liderazgo en Estados Unidos.
Lo dividieron en dos tipos de cursos: uno con duración de cinco
semanas para menores de 25 años que estudiaran entre el primer y tercer
año de una carrera universitaria, con trayectoria de liderazgo en
actividades educacionales o comunitarias, y el otro para cubanos con
nivel preuniversitario vencido o técnico medio superior, que mostraran
experiencia laboral relevante y un suficiente dominio del idioma inglés.
Sin el menor respeto y violando profesionalmente lo normado en la
Convención de Viena de 1961, la Sección de Intereses de Estados Unidos
en el 2009 publicaba en Facebook que sus objetivos en Cuba eran:
“promover una transición pacífica al sistema democrático, basado en el
respeto a la ley y los derechos humanos individuales y abrir sistemas
económicos y de comunicación”.
Ese programa se inició bajo la administración del presidente
republicano George W. Bush, y el presidente demócrata Barack Obama lo
mantiene intacto, ya que los objetivos contra Cuba no cambian y
conforman la sicosis que les causó el triunfo de la Revolución el
01.01.1959, encabezada por Fidel Castro.
En el verano del 2013, la CIA en su obstinada persistencia por
obtener algún triunfo, le asignó medio millón de dólares a la Fundación
Nacional Cubano Americana, FNCA, para otro programa de becas, a fin de
que jóvenes cubanos estudiaran en universidades de Estados Unidos.
El presidente de la FNCA, Jorge Mas Santos, declaró a la prensa que
el objetivo que se persigue es que “los jóvenes vuelvan a la Isla como
personas educadas, que puedan seguir edificando una nueva patria, que
valoren su libertad, el respeto a los derechos humanos, la libertad de
expresión”.
Semanas antes, el Departamento de Estado había anunciado la
asignación de un millón 200 mil dólares para becas a estudiantes cubanos
de nivel medio superior, con vistas a formar líderes comunitarios
capaces de cambiar la forma de pensar en Cuba, sembrar en la sociedad
cubana ideas y conceptos del capitalismo, como una nueva fórmula.
Ese proyecto nació destinado al fracaso, al seleccionar como
“coordinadores” del plan a las figuras más corruptas de la
contrarrevolución en la Isla: Berta Soler y el megalómano Guillermo
Fariñas.
El curso se inició en enero del 2014 dirigido por el Centro de
Iniciativa Latinoamericana y del Caribe del Miami Dade College, con la
presencia de 15 cubanos, hijos, sobrinos, primos y amigos personales de
Berta y Fariñas.
El final fue un desastre total, y los 15 mil dólares que costó la
presencia de los cubanos por el pago del transporte aéreo, alojamiento y
alimentación, no tuvieron resultados.
La hija de Berta, Lienys Moya Soler, iba a ser fue expulsada por su
conducta desordenada y al final regreso a La Habana con cinco meses de
embarazo, sin saberse quién era el padre de la criatura; tres de los
becarios se acogieron a la Ley de Ajuste Cubano durante el curso y otros
dos fueron separados por falta de capacidad intelectual.
En el verano del 2014, la joven profesora de la facultad de
periodismo y bloguera Elaine Díaz, recibió una beca en la Universidad de
Harvard, pues según el sitio anticubano Martí Noticias, podría
convertirse en una “agente de influencia”.
En septiembre del 2014, Yoani Sánchez Cordero, también recibió una
beca de Yahoo en Valores Internacionales, Comunicación, Tecnología e
Internet Global, impartido en la Universidad de Georgetown, Washington.
Según afirmaron, la bloguera contrarrevolucionaria centraría sus
estudios en periodismo digital durante el curso académico 2014-2015,
para cual le asignaron 60 mil dólares para cubrir los costos académicos y
su alojamiento, más 5 mil adicionales para gastos de viaje.
Todo lo antes expuesto demuestra que el tema de las becas no se
inició ahora y a pesar de los fiascos, la CIA continúa apostando a la
juventud, pues como afirmara el ex director Allen Dulles en su
estrategia contra la URSS:
“Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos,
desmoralizaremos y pervertiremos” […] El objetivo final de la estrategia
a escala planetaria, es derrotar en el terreno de la idea las
alternativas a nuestro dominio, mediante el deslumbramiento y la
persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del
imaginario colectivo y la recolonización de las utopías redentoras y
libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las
víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos”.
Allá los ingenuos que pensaron que Obama permitiría que la Revolución
socialista mejorara la calidad de vida del pueblo; esos no entendieron
lo que expuso en su discurso del 17.12.2014.
Pero como aseguró José Martí:
“Más se engrandece la idea a que servimos mientras más se sacrifica a ella”
El
sistema de salud cubano es el mejor del mundo. La huelga de hambre de
Fariñas es el mejor ejemplo de hasta donde es capaz de llegar el Estado
cubano, sus médicos y sus enfermeros. El que tenía dudas al respecto, a
partir de ahora debe haberlas disipado.
También los enemigos.
Los
médicos cubanos merecen una medalla al humanismo pera también a la
paciencia, porque hay que “tener el corazón en el medio del pecho”, como
decía mi padre, para resistir un minuto con este impostor.
Tener
que ponerle un suero a este farsante, a sabiendas de que cada
medicamento que este recibe será un medicamento de menos que dejará de
recibir un paciente cubano que sí lo requiere, se necesita paciencia.
Cincuenta y cuatro días en “huelga de hambre” que le deben haber costado
al estado cubano miles de dólares. Todo para mantener la farsa de un
farsante en el que ya nadie cree.
En eso los médicos cubanos son los mejores del mundo.
Lo
que sí tiene que mejorar el Estado cubano es parte de su legislación En
ese punto sus empleados estatales y funcionarios deberían aprender
mucho de los capitalistas. Si este impostor fuera ciudadano de un país
capitalista, de esos que lo son de verdad, con toda seguridad no se le
hubiera ocurrido hacer una huelga de hambre. Pero de habérsele ocurrido,
con toda seguridad no la hubiera sobrevivido, de haberla sobrevivido,
les voy a contar que le hubiera pasado en uno de estos países, un día
después de haber terminado su “huelga de hambre”.
Esta
idea se me ocurrió cuando me enteré que un diplomático alemán había
visitado al “huelguista” en su propia casa para interesarse por su
salud.
¿Un diplomático alemán interesándose por el estado de salud de un negro cubano. „Cosas veredes amigo Sancho, que farán fablar las piedras”?
¿Sabían los cubanos que en Alemania hay más huelga de hambre que en Cuba?
Seguro
que no lo saben, porque sobre eso nadie habla. Una huelga de hambre en
Alemania, en la Puerta de Branderburgo no es noticia. Como tampoco es
noticia cuando un negro aparece quemado en una celda de una estación de
policía alemana. Lo escandaloso del caso fue que el detenido “cogió
candela” y ningún policía se dio cuenta hasta que se había achicharrado y
los peritos y criminalistas dictaminaron que el reo se había dado
candela a si mismo.
Me
explico. Al hombre lo cogen preso, y como estaba “escandalizando” hubo
que amarrarlo a la cama. Pero el mismo se las arregla para así amarrado,
meterse la mano en el bolsillo y sacar una fosforera para darle candela
al colchón donde lo habían acostado.
“Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras“.
Estoy
seguro que de eso nadie se enteró en Cuba. Ya sabemos que algunos
periodistas cubanos están muy ocupados con defender sus publicaciones en
medios privados financiados desde Estados Unidos y europa y no hay
tiempo para echarle una ojeada al mundo a su alrededor.
Pero continuemos con el faquir cubano.
En
un país capitalista el señor Fariñas después de haber hecho su huelga
de hambre, hubiera recibido por correo una factura por el concepto de
atención la médica recibida, que con toda seguridad le quitaría las
ganas de volver a hacerse el que pasa hambre.
Les voy a contar como funciona aquí en Alemania.
El
señor Fariñas recibiría su factura con 15 días o un mes de plazo para
pagarla. En caso de que no la pagara en tiempo y forma recibiría otra, y
otra más, así sucesivamente. Con cada factura recibida aumentaría el
importe por concepto de interés. Hasta que sus acreedores se cansaran de
esperar por su dinero y se decidan a hacerle una demanda judicial. A la
factura se le sumarían entonces los gastos de juicio, abogados, etc. En
el capitalismo todo es mercancía.
En
caso de no poder pagar la deuda entonces a Fariñas no le quedaría otra
alternativa que declararse en bancarrota. Para eso tendría que hacer una
declaración jurada sobre los bienes que posee, lo que incluiría una
declaración sobre el estado actual de sus cuentas bancarias. Si no lo
hace, la administración del hospital como acreedor recibirá un “título”
del Ministerio de Justicia que lo acreditaría como dueño y señor de
todos los bienes que pertenezcan al faquir cubano. Estos tendrían la
potestad de ir a su casa y apoderarse de todos los objetos de valor que
encuentren en la misma, incluso la expropiación de su propia casa en
caso de que esta sea de su propiedad.
Yo
pregunto, ¿cuándo habrá en Cuba una legislación adecuada a las
necesidades del país y que le permita al pueblo de Cuba apoderarse de
una parte de ese dinero que se gastan los pagadores de esta turba de
mercenarios y vendepatrias?
¿Están conscientes los funcionarios estatales cubanos que este es un derecho legítimo de cada país?
El
presidente estadounidense Barack Obama acaba de renovar por un año más,
la llamada Ley de Comercio con el enemigo, un anacronismo que data del
1917, que sustenta el inhumano bloqueo contra el pueblo de Cuba. Esta
ley le seguirá permitiendo a su gobierno seguir dificultando al Estado
cubano en sus gestiones para la compra de medicamentos o equipos médicos
que garanticen un sistema de salud adecuado, justo y equitativo.
Ya
sabemos que el gobierno estadounidense se gasta millones de dólares en
mantener a estos farsantes. Sabemos cuántos grupúsculos, proyectos,
portales de Internet, periodistas, artistas y delincuentes reciben parte
de ese dinero en el país.
¿No
sería legítimo entonces exigir indemnizaciones a cambio por cada dólar
que la administración estadounidense y sus satélites en otros lares se
gasten en alimentar a sus asalariados cubanos?
¿Por
qué el estado cubano no se decide de una vez y por todas de implantar
una legislación que obligue a quienes reciben dinero de potencias
extranjeras para la subversión a pagar económicamente por cada dólar que
reciben por su “trabajo”?
Yo
creo que ya es tiempo de que se busque una solución adecuada y justa
para contrarrestar estas falsedades antes de que al faquir y o otro de
los de su clase se les vuelva a ocurrir hacer como si pasaran hambre,
para desacreditar a ese estado que tendrá nuevamente la tarea de velar
pos su salud.
Marylín Luis Grillo.─ Aunque en apariencia parezca una
institución que busca la superación de jóvenes de todo el mundo, la
World Learning tiene un pasado oscuro y un presente impreciso que
requiere mirada de lupa.
El revolucionario guatemalteco y
exagente de la Seguridad Cubana infiltrado en la Fundación Nacional
Cubano Americana, Percy Francisco Alvarado, en su artículo «World
Learning, ¿nuevo programa de la CIA para Cuba?», detalló que dicha ONG
«está conectada en sus orígenes con los Cuerpos de Paz y es una nueva
versión del Grupo Internacional Delphi, involucrado en planes
desestabilizadores por parte de la CIA (Agencia Central de Inteligencia)
y de sus tapaderas como la Usaid (Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional) y la NED (Fundación Nacional para la
Democracia)».
Solo a modo de ejemplo cabría mencionar la presencia del antecesor de la
ONG —el llamado grupo Delphi, también conocido como World Learning
International Development— en Nicaragua durante la década de 1980, donde
«promovía la democracia» al estilo estadounidense, al tiempo que la CIA
entrenaba, armaba, financiaba y abastecía a los grupos contrarios al
Gobierno sandinista.
Igualmente, asegura Alvarado, más de 40
programas de la World Learning —la actual, fundada en 1992— son
financiados por la Usaid, la misma organización gubernamental que
intentó programas desestabilizadores en Cuba, como ZunZuneo, y el envío
de emisarios latinoamericanos para organizar a jóvenes cubanos con
vistas a una rebelión política.
Las casualidades repetidas suelen
ser partes de un patrón, y la juventud de la Isla ha sido siempre diana
favorita, quizá porque se unen en ella la inexperiencia con las ganas
de hacer, de cambiar (para mejor) el mundo, de buscar su espacio en la
sociedad, de asumir y crear su propia identidad.
Sin establecer
representación legal u oficial en Cuba, la World Learning capta a
muchachos entre 16 y 18 años para «empoderarlos» mediante «la educación,
el intercambio y los programas de desarrollo», para ayudarlos a
potenciar «las habilidades y conocimientos para transformar sus
comunidades y países».
La base de todo ello está en la propia Ley
Helms-Burton, de 1996, la cual establece mecanismos de asistencia y
apoyo «a individuos y ONG independientes para apoyar los esfuerzos de
construcción de la democracia en Cuba».
Transformar,
construcción, democracia… Quizá es necesario recordar al presidente
Barack Obama, cuando el 30 junio de 2015 le escribía a Raúl en una carta
que, al restablecerse la relaciones, Estados Unidos se ajustaba a «los
propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas,
en particular los relativos a la igualdad soberana de los Estados, la
solución de controversias internacionales por medios pacíficos, el
respeto a la integridad territorial y la independencia política de los
Estados, el respeto por la igualdad de derechos y la libre determinación
de los pueblos».
Justo en julio de 2015, un mes después de la
misiva, iniciaba el primer Curso de verano para jóvenes cubanos de la
World Learning.
Por Iroel sanchez
Gracias a herramientas como Google, buscar en esa galaxia que es
Internet resulta sencillo. Aunque existan otros buscadores menos
conocidos y también menos favorecidos por el gobierno de EEUU que Google,
debido a sus innegables virtudes tecnológicas y a algunas amistades
peligrosas que ha descrito muy bien Julian Assange en su libro Cuando Google visitó a Wikileaks, buscar se ha vuelto sinónimo de googlear.
Así que si se quiere buscar noticias, videos, imágenes, aplicaciones
informáticas, mapas o “todo” como describen las opciones del buscador,
se escriben en su ventanita las palabras que se relacionan con el tema
que demandamos y el resultado nos traerá de regreso los enlaces a lo
existente en esas categorías que mejor se vinculan con las palabras que
nos interesan en la inabarcable Red de redes.
Así que, presto a elaborar un texto sobre la repercusión que ha
tenido la denuncia por organizaciones estudiantiles cubanas del programa
de la entidad World Learning de becas de verano para adolescentes de la
Isla con fondos del State Deparment y la USAID, cuyos beneficiarios
fueron contactados de manera clandestina por enviados enmascarados como
turistas y a su regreso debían poner en marcha aquí proyectos para el
“cambio”, puse las palabras “Wolrld Learning Cuba” en la ventanita de
Google y el resultado fue interesante: A pesar de que las noticias
llevaban tres días circulando, solo páginas cubanas hablaban del tema.
Ya con pocas esperanzas invertí el orden, “Cuba World Learning” y el
resultado fue el mismo.
Pero dejemos a la empresa que lidera Erick Schmidt tranquila, en
definitiva hay consenso en que Google es un gran emporio que favorece el
posicionamiento de aquellos que pagan publicidad o tienen mejores
capacidades tecnológicas para aparecer primero, y optemos por la
búsqueda en lo que algunos llaman en Cuba “sitios alternativos”.
Uno por uno recorrí el sistema de medios privados que con financiamiento externo y empleados cubanos exige
a la prensa “oficialista” de la Isla inmediatez y transparencia. Las
mismas palabras -“World Learning Cuba”- al derecho y al revés en la
ventanita de búsqueda de cada uno de esos sitios. “Silencio, nadie a mi
dolor responde/ tus labios callan y tu voz se esconde”, recordé a
Guillén en célebre soneto pero en esos sitios, creados para traernos la
libertad de expresión y el periodismo objetivo, sobre el tema de marras
“no hay pieza, una mínima pieza..” para algo que sin dudas es noticia.
La agencia Reuters en un despacho que dedicaba recientemente a esos sitios, titulado “Los millennials marcan la apertura de los medios de comunicación privados en Cuba”,enfrentaba
esos espacios al “monopolio de los medios estatales de comunicación que
ha durado medio siglo en la isla de Gobierno comunista” y decía que
quienes trabajan en la prensa cubana “no son totalmente libres para
expresar lo que piensan” pero ni esa agencia ni otros medios de
comunicación similares han podido decir, aunque sea para expresar su
desacuerdo, una coma de la noticia de la que hace tres días está
hablando Cuba entera, a pesar de que son los millennials -jóvenes
entre 16 y 30 años- los que por estos días están protagonizando el
rechazo público a los planes clandestinos de EEUU hacia ellos a través
de instituciones como World Learning.
Ni el unánime rechazo entre personas dedicadas a la comunicación que
provoca el secretismo -presente en el modo en que se ha implementado
este programa desde EEUU- ha hecho que más allá de sitios calificados
de “oficialistas” se pueda encontrar una información que
indiscutiblemente despierta interés.
“En lugar de proyectos encubiertos para derrocar el gobierno, los
líderes estadounidenses deben encontrar mecanismos para empoderar al
cubano común y corriente, expandiendo oportunidades de estudios en el
exterior, organizando más enlaces profesionales, e invirtiendo en las
nuevas microempresas en la isla. Es positivo que sigan promoviendo mayor
conectividad a Internet, pero deben entender que lograr ese objetivo de
manera sustancial exige coordinación con el Gobierno cubano. Más
importante aún, Washington tiene que reconocer que a lo único que puede
aspirar, es a influir de manera positiva en la evolución de Cuba hacia
una sociedad más abierta. Para eso, es más productivo lograr un
acercamiento diplomático, que insistir en métodos artificiosos.”
Pocas veces más claro lo que se sugería: utilizar las propias
instituciones cubanas para llevarnos hacia el cambio que desean pero las
inversiones deben ser para las “microempresas”. Por cierto, a pesar de
que es EEUU el que limita a doce categorías de ciudadanos los viajes a
Cuba, es esta última la que debe ser abierta ¿Abierta como cuál
sociedad, como las que ahora mismo con la complicidad de Washington son
escenario de “golpes suaves” para favorecer a una minoría? ¿Abierta al orwelliano sistema
de vigilancia global que gestionan la CIA y la NSA, revelado por Edward
Snowden, a quien se le prohíbe salir de Rusia donde está
asilado?¿Abierta al control de una élite sobre la economía y los medios
de comunicación?¿O abierta al uso de armas que cada vez más está
convirtiendo la sociedad norteamericana y sus más cercanos vecinos del
Sur en un campo de tiro contra los no blancos y los pobres?
A pesar de ello, con fe en su pueblo y sus instituciones, Cuba aceptó
el reto. Pero goloso, el gobierno de Barack Obama ha querido tener
“acercamiento diplomático” sin renunciar a lo que el Times llamaba
“métodos artificiosos”, como ilustran las becas de World Learning y el
evento conspirativo que los pasados 12 y 13 septiembre tuvo lugar en
Miami con el auspicio de la gubernamental Oficina de Transmisiones hacia
Cuba (Radio y TV Martí) titulado “Cuba Internet Freedom”. En
paralelo, los efectos del bloqueo siguen cercando con multas y
persecusiones extraterritoriales la economía cubana.
A raíz de la noticia sobre las becas, una millennial cubana expresó en la red social Facebook: “¿Por qué el gobierno de EEUU no solicita a Cuba esas becas de
manera legal?, ¿Por qué no levanta el bloqueo y facilita el acceso de
los universitarios a mejores condiciones de estudio y a diversas páginas
web que tenemos bloqueadas?, ¿Por qué las becas no tienen el objetivo
de formar a nuestros jóvenes en temas de importancia para Cuba como la
biotecnología, el desarrollo de tecnologías limpias o la agricultura?”
Pero ni ella ni las decenas de miles que piensan como ella serán
entrevistados por los grandes medios de comunicación ni tendrán espacio
en la prensa privada cuya misión es conducir a Cuba al capitalismo,
donde el conocimiento y la libertad de expresión solo son privilegio de
quienes pueden pagarlos. “Los jóvenes no somos títeres”, vi escribir a
una joven estudiante universitaria en un mural encabezado por la
expresión “Intercambio sí, conspiración no”, ¿podrán hablar de ellos los
que quieren darnos clases de periodismo libre y objetivo, a ver si
entonces Google los encuentra?
(CubAhora)